Podría nombrar tantos... he visto una señora vestida de azul y malvas, con un vestido precioso largo y antiguo en casa de mi madre, entrando a la cocina. Luego entré yo para prepararme un café y era dejar la taza sobre la encimera, y caerme a los pies, así lo hizo con dos tazas, hasta que le dije que no moviera más cosas, que ya sabía que estaba ahí, y que me dejase tomarme el café, porque no podría hacer nada por ella.
Otro día, estaba en el salón, hablando por el móvil, cuando de repente vi a otra señora vestida como de los años 40 o así, con una rebequita marrón, mirándome, apoyada en el mueble, del susto grité y se evaporó.
Un hombre, o mejor dicho, como su sombra, porque no se le podía distinguir bién, alto y delgado y con un sombrero como los que usan los gansters en las películas, paseaba también por la casa de mi madre, le veía entrar a su cuarto a hurtadillas, o a la cocina, pasaba como una exhalación, o se asomaba detrás de mi cuando me miraba al espejo. Éste sí que un día me agarró por los tobillos y me subió con tal fuerza que me dejó colgando cabeza abajo como una crisálida. Del susto, pensé que se me pararía el corazón, no pude ni gritar, pero pateé, y lo más gracioso es que noté como si diera con el pie en un costado. En ése momento desapareció y caí a la cama.
En el piso que compartía con un amigo, me solían tirar del pie mientras dormía, o del pelo, o me tiraban las sábanas al suelo. Era rara la noche que me dejaban dormir del tirón. Y una noche hicieron explotar las bombillas del cuarto, tanto la de la mesilla, como la del techo. Así que encendí una lámpara de sal que tenía en el suelo. Y vi que la bolsa de viaje que había dejado en un butacón que había dentro de la habitación, se movía como si hubiese un gato dentro, y la cremallera se abría lentamente. Metí las manos dentro y estaba ardiendo, así que la volteé y les dije que cogieran lo que quisieran de la bolsa y me dejasen en paz. Me senté sobre la cama mientras veía moverse objetos a mi alrededor. Y en ese momento algo me agarró los tobillos y tiró con fuerza hacia debajo de la cama. Dí un salto y salí al pasillo y allí había una niña pequeña, que, conforme hablaba, me zumbaban los oídos. Me harté de llorar por no poder hacer nada por ella. Aún no estoy preparada para escucharles o no quiero, por eso me zumban los oídos cuando me hablan.
Bueno, y así, cientos de encuentros, o noto como se sientan a mi lado en el sofá, e incluso se hunde o se mueven los cojines, o mueven un objeto para que me de cuenta de que están ahí, o me tocan la cara, étc... he aprendido que si mantengo la vibración alta, no los veo, así que me obligo a no bajarla. En cuanto me deprimo o tengo un episodio de estrés fuerte, empiezo a verles de nuevo. Y como no me gusta, prefiero saber que están ahí, intuirlas, pero no llegar a verles. Ellos saben que yo puedo verles, creen que les puedo ayudar a cruzar al otro lado y claro... se me pegan. Ésto no me hace gracia, así que, lo siento, pero el muerto al hoyo y el vivo al bollo. Nooooo, ellos ven como una luz que emito y vienen a mí, las criaturas están perdidas entre dimensiones, pasan miedo, pero sólo pueden mirarnos, no les queda otra, hay que tenerles más pena que miedo, la verdad.
Hola guapa!!!!!!!!!! Soy Carmen la novia Falco.Niña es impresionante lo que llegas a ver, asi que animo y a que no te afecte nada y a estar feliz y pletórica, besitos
ResponderEliminarMagistral blog! Gracias por compartir tu experiencia y por el gran trabajo realizado
ResponderEliminarMagistral blog! Gracias por contarnos tu experiencia y enhorabuena por el gran trabajo realizado
ResponderEliminarMe quedo sin palabras, vaya cosas k te ocurren. Muy bueno el blog.
ResponderEliminarMiles de gracias, lo importante es normalizar esto en mi vida, sino, a ver como se sigue adelante...
ResponderEliminarBesos a todos
hola candela besito
ResponderEliminarsoy MªCarmen recuerdas conferencia Gustavo en Molina de Segura ,nos diste tu blog y me gusta mucho ,gracias por compartir tu experiencias ,estoy de acuerdo en tu forma de pensar y en todo lo que dijiste,un abrazo .Dios te Bendiga ,te guie y te proteja Ser de Luz ,ahora estoy fatal ,un beso.
ResponderEliminarMaría Carmen, estamos todos desorientados, vientos de cambio, y la Tierra alterando su eje rotacional, así que... dando gracias al Cielo por poder contarlo, pues se están yendo muchas cabezas, así que lo mejor es confiar en el Plan Divino y pasarlo como buenamente se pueda. Ya verás cómo todo pasa por algo.
EliminarPor cierto, estuve con Gustavo también en Córdoba, qué gusto poder compartir buenos momentos con él y su familia.
Cuídate, y asómate a la ventana, busca lo bueno de todo. Mis bendiciones.
Gracias a todas y todos por vuestros comentarios, estaba un poco perdida, pero he vuelto, y volveré a coger el blog de nuevo, que hay que actualizarse un poco.
ResponderEliminarBesicos miles