Almas ajenas densas, porque donde hay luz, hay oscuridad.

    El concepto “almas ajenas densas” (almas de baja vibración) se refiere a las almas de personas ya fallecidas que permanecen en ésta dimensión, ‘atados a la Tierra’o incluso atados a un familiar. 
    Las almas que ni “ascienden a la luz”, ni “descienden al infierno”, que no vuelven a reencarnarse o encuentran un nuevo hogar, quedan atadas al plano físico, vagabundeando en la tercera dimensión de nuestro mundo como cuerpos energéticos negativos. Incluso sin cuerpo físico estas almas son seres con pensamientos y emociones. Necesitan cierta energía y un lugar para quedarse. Y la energía, deciden sacarla de los vivos. Se pegan a nosotros para absorberla, y poco a poco, crean en el vivo, la sensación típica ante la que decimos "no sé qué me pasa, pero estoy sin energía ni ganas de nada". Cuanto peor estamos, y más depresivos, más nos pueden sacar. Pudiendo llegar incluso a enfermarnos de manera crónica, difícil de diagnosticar o sin cura.
    Son los que llamamos fantasmas, o espíritus, almas sin cuerpo, que toman la energía del nuestro. De baja vibración, pues se encuentran perdidos entre dimensiones. Digamos, que se encuentran en la oscuridad. Y, obvio, que las personas, como yo, por ejemplo, al emitir una luz que ellos ven, les atraemos. Yo suelo llevar pululando a mi alrededor a varios normalmente, no sé si son los mismos, van cambiando, son tres o uno, lo importante es que no me deje intimidar por ellos, y pueda hacer mi vida diaria igual. Anoche mismo, en casa no dejaban que leyese tranquila porque me dan señales de que están por aquí constantemente para llamar mi atención. Que si abro y cierro las puertas, que si doy tres golpecitos sobre la mesa, que si ahora te soplo en la cara... y así. A donde voy me los llevo, o  recojo más, soy como un autobús de linea para ellos. 
    Lo que más importa en éstos casos es mantener una vibración alta para que no puedan hacerme daño o chuparme energía. No mentir, no odiar, no tener rencores, no enojarnos (o al menos, lo que se pueda), quitarnos la culpa de encima, y sobre todo el miedo, aunque sé que es lo más difícil cuando un fantasmita te está dando la lata. Y sobre todo, el sonreír, la sonrisa les deja sin fuerzas ante nosotros. 
    A veces me dan sustos, pero no hay mejor cosa que no hacerles caso, yo algunas veces les suelto un "eso es lo único que sabes hacer, pos vaya hijo, dedícate al parchís, que lo tuyo no es pegarme sustos"...
    En fin, si podéis ayudarles, enviándoles a la luz, mejor que mejor. O decirles que deben ascender y cumplir su Karma y dejar a los vivos en paz, que ellos ya han tenido su oportunidad. Hay oraciones o rezos para ello, o simplemente decirles que busquen una luz y vayan al encuentro de sus seres amados. 
    Lo más difícil pero más importante, es no asustarnos, aunque es un mérito increíble, pero poco a poco se va consiguiendo y sobre todo, si como yo, tenéis que normalizar éstas cosas. Si necesitáis más información, no dudéis en pedirme que os mande un archivo en  pdf  que tengo sobre ello sobre ello. Os será muy útil, y os dará algunos ejemplos. 

2 comentarios:

  1. Interesante Post gracias por exponer Saludos

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  2. Muchas gracias Jose Ramón, me alegro que te sea interesante.
    Un saludo

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